En enero de 2014 empece a escribir un artículo para mi blog sobre los básicos necesarios para empezar un negocio.
En aquella época acabábamos de juntarnos para empezar feelgut, una red social enfocada a personas interesadas en temas relacionados con la salud. El equipo lo formábamos Laura (ideóloga del proyecto y la persona que nos mantenía unidos e ilusionados), Markos y Esther (diseñadores) Irene (user experience y desarrollo) y yo. En aquella época estaba enfocada en el marketing y el desarrollo de negocio, y me adjudiqué la misión de hacer de feelgut no solo una buena idea que podía potencialmente mejorar la calidad de vida de muchas personas sino también un negocio rentable.
En el momento en el que empezamos a hablar de feelgut como un negocio comenzaron a surgir grandes interrogantes en el grupo. Sobre financiación y constitución de una entidad legal, pero también sobre aspectos más filosóficos como crecimiento, estrategia…
En aquellos días leí mucho y escribí mucho.
En enero de 2014 empece a escribir un artículo para mi blog sobre los básicos necesarios para empezar un negocio. Cuando me siento a escribir a veces pasa que me extiendo, me alargo, me prolongo, y me vuelvo un tostón. Este día era uno de esos días. Cuando quise darme cuenta llevaba cuatro páginas que nadie leería en un blog. Hice un resumen, lo colgué en mi blog, y decidí seguir escribiendo y ver qué pasaba.
Cuando quise irme a dormir era casi hora de levantarse y tenía delante de mí una mole de treinta páginas llenas de ideas felices, enlaces a cosas que había leído y algún que otro párrafo con sentido.
Desde hace un año y medio vuelvo a esa mole de vez en cuando. Después de iterar muchas veces y de pasar del ingles al español, de vuelta al inglés hasta darlo por imposible y resignarme a escribir en mi lengua, hace unos meses y gracias a conversaciones con gente que sabe me decidí por una lengua y un estilo.
Medio en serio medio en broma también decidí que el nombre de mi libro sería Pizza.
Pizza es hoy un embrión de libro de negocios para el mundo real. En Pizza mis conversaciones con mi vecino imaginario Marco son el hilo conductor de todos los problemas y consideraciones a los que se enfrenta cualquier emprendedor en sus primeros pasos.
Un negocio no es nada del otro mundo. Como con casi cualquier problema, es mas fácil entender como funcionan los negocios si cogemos uno pequeñito y sin demasiadas complicaciones y lo seguimos durante sus fases de creación, crisis, y crecimiento.
Me encantan los ejemplos que se parecen al mundo real. Mi primer recuerdo económico es una explicación sobre el funcionamiento de la bolsa que me hizo mi padre de camino al colegio. Debía tener unos 9 años, porque recuerdo que todavía vivíamos en las montañas. Mi padre me hablo de una pizza, que unos señores se repartían a trozos, y que iban subiendo y bajando de precio según tuvieran mucha o poca hambre.
A día de hoy, todavía uso este ejemplo cuando alguien me pregunta sobre cómo funciona la salida a publico de una empresa.
Cualquier persona que sepa un poco de economía estará seguramente echándose las manos a la cabeza. “Una pizza! Que poca seriedad!”. Casi puedo imaginarme a mi padre, excusándose y diciendo “Solo tenia nueve años! Prometo que pensaba empezar a usar palabras como amortización, plusvalía y rendimiento en cuanto estuviera preparada!”
Soy culpable de explicar muchos conceptos económicos con pizzas. O con tartas, según tenga el día de dulce o de salado. De echo estas a punto de comprobarlo: tienes en tus manos el primer libro de economía y gestión de empresa que esta escrito utilizando única y exclusivamente ejemplos relacionados con el maravilloso mundo de la pizza.
Lo has escuchado?
Eran el ruido de decenas de lectores, cerrando sus libros (o apagado sus ebooks) enfadados.
Gracias por haberte quedado. Valdrá la pena. O al menos, prometo poner todo de mi parte para que así sea.
Este libro es para ti, que llevas ya un par de años oyendo hablar del emprendimiento, emprendedurismo, o como quiera que se llame en tu barrio. Tu que llevas tiempo vendiendo tus manualidades en internet y quieres abrir un puestecito; o para ti has hecho varias webs para amigos y familiares y quieres ponerte en serio. También para ti que escribes tus ideas para salvar el mundo en tu super Moleskine negra y estas siempre a un par de meses mas de ponerlas en marcha.
Este libro es para mis Edus, Rafas, Paus y Lauris; gente como tu, gente normal (o no tan normal) con grandes ideas y pocas ganas de leer teoría escrita en los 70.
Ahora que se han ido los señores con corbata puedo contarte un secreto, y confesarte otra cosa.
El secreto es que montar un negocio, sobre todo si es uno en internet, no es tan difícil y su puede hacer sin saber optimizar, sin ser un experto en contabilidad de sociedades y sin tener un MBA.
Te digo esto porque lo he visto con mis propios ojos. Cobot, Quaderno, Feelgut… todos tienen en común haber comenzado desde cero, y con costes mínimos. Es lo que los angloparlantes llaman ‘Bootstrapping’, una palabra que evoca a esas personas, locas de atar, que se ponen las botas y se meten en el barro hasta las rodillas para hacer realidad su idea.
Hablaremos de bootstrapping más adelante, por ahora quédate con este concepto: emprender es barato.
La confesión es que todo lo que aprendí en mi paso por la Universidad de Ciencias Empresariales en la UNED no ha me servido para mucho en los 8 años que llevo trabajando.
Tener un título o pasar por la Universdad no es para todo el mundo. El bagaje es innegable; y encontrar a buenos profesores que preparen tu cerebro para la que te viene encima es un beneficio a considerar. Pero si no tienes tiempo o dinero, se te ha pasado el arroz, o eres, como yo, de los que prefieren aprender haciendo, no sufras.
Hoy en día, gracias a Internet , a los miles de libros prácticos sobre negocio que se pueden encontrar en cualquier librería y a los cientos de eventos y conferencias para emprendedores, estudiar las leyes económicas que enunciaron catedráticos y expertos hace 70 años es menos necesario que nunca.
Déjate de palabras difíciles, gráficas cargadas de optimismo sobre lo conocido y lo desconocido, y de teorías escritas por economistas que no saben cuanto cuesta un cafe.
Casi todo lo que necesitas para empezar tu negocio desde cero puede explicarse con una pizza.